sábado, 17 de octubre de 2009

Modas

Tomó el revólver de su cartera, no lo pensó dos veces, BAM.

Esas cosas son normales en sociedades evidentemente violentas, sarcásticas, mal formadas, sociedades tristes, grises, incompletas, eso pasa gracias a las mentes débiles.

Pero yo, deje de intentar matarme cuando se puso de moda.

Deje de lado mis navajas de filo delgado, delicioso, placenteramente doloroso, y cortarme suavemente las piernas con el único fin de calmar el dolor del alma, auuuuuuuaaah (cara de dolor), jum (cara de relajamiento), suspiro (alivio).
Años me dedique al negocio de donar sangre sin lucrar por eso, ni una sola moneda, a veces un pan dulce, a veces, un poco de agua... no era en realidad por salvar vidas, sino para destruir la vida, una vez doné tanta sangre, que aluciné dos semanas.

Já!, vaya vaya, las putas adicciones del ser humano, yo en realidad me sentía viva, en medio de ese dolor físico neurológico, en medio de esas gotitas que luego serían un rio de sangre, el rojo sangre, ese color azul, rojo, verde, negro, en realidad artísticamente perfecto, te hace volar, te eleva, te sacude lentamente, pero eso sí, fuerte, muy fuerte. Já, y así todo lo que toma sentido sea por las patologías mentales, o por las necesidades corporales, se vacía de contenido al convertirse moda, como ya dije, a mí la moda me salvó, es que... soy adicta, sí adicta y qué?

Nunca creí en los fijamentos, en lo predestinado, nunca lo pensé ni lo creí, nací libre, con alas, con "manos de tijeras", desarraigada del cuerpo, desconectada del alma, con un espíritu enfermo, con los ojos muertos, con los brazos caídos, con los senos pesados, con piernas cortadas en una suerte de mosaico altamente doloroso, pero necesario.

Vivo en un estado de calamidad pública, en una modernidad idiota, en un mundo donde no hay camas en las calles, Já, quien entiende todo esto.

Frente al televisor murió colgada, pero colgada por los ojos que la ataban al espectro phi de la pantalla. Muerte social decían unos, que es normal decían otros mientras chateaban por su celular. Pero a pesar de todo la bala crecía en su cabeza, tanto tiempo el reluciente metal estuvo en su cabeza que aprendió a pensar y a robarle información, la eterna bala en su cabeza aprendió a hablar,
Pero aunque la muerte estaba de moda, la capsula brillante desde muy adentro le seguís susurrando canciones mal soñadas al oído.

3 comentarios:

Simón Domínguez dijo...

Adicción de adicciones, de probadas y estratagemas, ella duerme con los ojos abiertos mientras sus ideas danzan libres en su inconsciente, mientras la droga de la bala en su cabeza no la deja tranquila a pesar del estado etereo de homo videns

(vos digiste que ponga eso) jaja

eterno repujar de las modas raras que no pasan de moda... la muerte no esta de moda, solo su dibujito...

KAOS dijo...

Adictos a las adicciones, una bala maneja tu vida, komo dios pero dentro del cerebro... ke tetriko... y desilucionante...
Gusanos en la kabeza...jajaja

Anónimo dijo...

yo soy el emo original, la crítica de todo la moda vale mierda es cierto..... aunke esa idea igual ya esta de moda jajaja te amo mi cosa