viernes, 14 de enero de 2011

Carta a una señorita en París: RESPUESTA DE ANDRÉE

¡Qué dices Julio!, tengo miedo por ti, en verdad, no sé si el LCD o la cocaína o la marihuana, quizá todas juntas o una tras la otra… te tienen tostado.
Julio, nadie vomita conejitos, nadie llena un cuarto con tantos conejitos vomitados, no puedes plantar tréboles para que ellos lo coman, no tienes maceteros en tu departamento.
Hermano, yo sé que los seres humanos nos negamos a toda la existencia de lo que no concebimos, la alucinación de un hongo quizá ni siquiera existe, quizá ni siquiera existamos y seamos el sueño de algún bajo dios que hace de nosotros la obra teatral más absurda, incluso más que Ionicio.
Tus pasiones son hermosas, siempre queriendo llamar la atención, siempre siendo el artista de las mentiras, siempre el sátiro galante que busca amores en los escritos, que te pierdes en las letras diciendo que amas, que sufres, que vives, que mueres… ¡y ahora que vomitas conejitos!
Pensé que la estadía en departamento te haría bien, sin necesidad de pensar en mucho, sin necesidad de inventos y tretas de Don Juan, sólo mi empleada que tiene una sola ceja y tú, te rescaté del manicomio y te envié para la clínica de desintoxicación, ¡y ahora haces orgías y consumes drogas en mi casa!.
Ya me he enterado, los destrozos causados no son de conejitos vomitados de pelusa suave, esos destrozos son hechos de gente que tu invitas creyendo que son conejos, que viven en basureros, que los “tréboles” que les das es otra plantita de cinco hojitas… tréboles de pastillas rojas, verdes y amarillas, tréboles de inyecciones y líquidos ácidos, tréboles como hongos que al partirlos son azules, azul pitufo.
Escucha, o mejor dicho LEE, sé que te lastimé solo diciendo NO; sé que fui osca, que fui tajante, cortante, tanto que estoy en París lejos de ti, pero te enfermas más con el tiempo, tu afición por la cultura china también te enferma, no son conejitos, es el año del conejo y crees que debes reproducirte como uno.
Amigo, he visto dragones, niños dragones que botan fuego con gasolina tras una antorcha, he visto humanos de narices rojas diciendo que son payasos y pasan llorando, he visto mujeres que se volvieron luna de lo redondas e inalcanzables, vi como la gente se vuelve conejo llenando al mundo de criaturas bípedas sin conciencia que traen a más conejos.
Me siento inconforme, por todos los animales que veo a diario, por este circo de criaturas extrañas de humanos fusiformes, multiformes, raros, drogadictos, insanamente humanos, sin pasión solo deseo.
Tú eres la madre de esas criaturas, los cuidas, los proteges los alimentas, incluso les das hogar y protección, para que no se mueran de sobredosis, les regalas juegos espaciales, y estás a su vera si se sienten mal, pero fallas, te equivocas, como toda madre.
Julio lo único que te pido es que me devuelvas mis sostenes, son importados. Me rompiste la vajilla, las cortinas, te orinaste en cada sofá, y encontré extrañas marcas en mi cama; todo eso te perdono, todo eso es recuperable, pero dónde encerraste a mi empleada, dónde están mis sostenes importados… DÓNDE JULIO, DÓNDE.
Al llegar aquí, me sentí una boba por prestarte mi casa, cuando rechacé tu propuesta de ser novios no pensé que te vengarías de esta forma, de tratar mis posesiones como si fuera el papel higiénico donde te limpias… tú sabes lo que te limpias. Me vi en el espejo, y solo encontré MI CARA DE CONEJITA TONTA, que vuelve de París de urgencia, para ver los estúpidos conejitos que vomitabas, por si acaso no vaya a ser, como tienes la boca enorme como Mick Jagger, y la garganta profunda en los múltiples concursos de beber cerveza, yo dije: mínimo y sí está vomitando pelos.
Pero en desquite no hay venganza así que prefiero no preguntar de quién es esa tanga narizona que está dando vueltas en el ventilador del techo, ni en donde estuvo mi cepillo de dientes, ni quién es el hombre gigante que se parece al bebé de “trece fantasmas” y está en pañal, no quiero preguntar qué pasó con las sábanas de satín rojo, y por qué hay tantas cajas de condones por todo lado, ni qué significan los bigotes en los cuadros, ni siquiera pretendo entender las letras de hopero que están por todo lado… SÓLO QUIERO SABER, DÓNDE ESTÁ MI EMPLEADA, Y MIS SOSTENES IMPORTADOS… tanto daño en vano Julio, no te voy a mandar preso ni mucho menos, pero ni pienses que te volveré a hablar después de todo este desastre que has logrado GRAN ANIMAL, a causa de los “conejitos” .
Sin más que decir, y con mucho por limpiar

Me despido, ya que si no te puedo pegar ven para orinarte insecto mamarracho.
ATT: ANDRÉE