domingo, 22 de marzo de 2009

Sueños II

Seguía pensando entonces en lo mucho que había pasado, en la humanidad corroída, en los sueños desgastados, en la ligera felicidad que de vez en cuando tocaba mi alma casi humana. En las sonrisas que producen endorfinas y realmente me hacían sentir viva, pocas veces me sentí viva. La vida de los humanos el complicado modus viventus, inclusive los hábitos y sentimientos cotidianos, pero seguía siendo yo en el fondo, nada me cambió las formas de pensar, de sentir, no por completo, y al verlo ahí parado frente a mi, con ese brillo en los ojos de los que ya no tienen alma. Sentir su mano fría sobre mi piel caliente, sobre la pijama de lino negro, moliéndome la sangre de a poco, con esa fuerza, con esa furia, con ese “ser padre” que solo Caín posee, todo padre hace daño pensaba, todo padre hace daño, todo padre terrenal.
Seguía gritando mientras me jalaba el brazo, yo no le entendía nada, ligeros sacudones proporcionaban a su brazo todo mi tan humano cuerpo.
-Lilith, te he buscado por todo lado, esta tierra es basta e inútil, cuando me volví vampiro dejé de tenerle aprecio al aire, a la tierra, al fuego y al agua, deje de amar a los sonidos de los animales, en especial los diurnos, los nocturnos eran mas agradables, en especial los que atacan y hacen daño, Lilith espero que me escuches… no se por qué te puse ese nombre, ¡tú no eres Lilith te falta fuerza, magia y te sobra humanidad y estupidez!–
Lo que dijo tiene mucho de verdad, le contestaré.
-Puede que si me falte magia, y fuerza, por eso te pido que sueltes mi brazo humano, pero sabes que aun no estas completo sin mí, y que eso te resta puntos, así que no soy tan inservible como tu dices. Así que basta Caín ¡pamplinas tus palabras de vampiro miedoso y herido!
-Jajaja se nota tu desesperación querida niña, pero ya estamos trece, ya volvimos, y te ves linda con esa ropa, el sacrificio va a estar listo cuando lleguemos al templo negro –.
Esperaba que con mi ayuda y el sacrificio y todo el ritual Caín me deje en paz, el camino se me hizo eterno, el latín seguía en mi cabeza empecé a transformarme, me dolía tanto, colmillos, 20 cm. más de estatura, visión nocturna, y rogaba para no tener las alas, mis brazos tenían tendones fuertes, mis piernas eran indestructibles, mi corazón latía más lento, y me desesperaba, y morí de nuevo, ya no le temo a morir, solo que renacer me quita demasiada energía, y a veces no la tengo.
Visualice al templo negro, tuve que bajar demasiadas gradas, el espacio era oscuro lleno de tierra, mas caliente, asfixiante, infrahumano, mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. INFIERNO
¡ ¡ ¡AUXILIO!!!

3 comentarios:

KAOS dijo...

Y entonces... bienvenida al "TEMPLO NEGO", al infierno de nevanas interminables, a los exceso del ser, a la oskuridad sublime y absoluta.
Ke la luna nos ampare Lilith

Anónimo dijo...

mmmmmmmmmmmm..... no entiendo el sentido.... para escribirlo debes tener razones fuertes.... y que las hayas vivido.... porque sino se vuelve en algo sin alma... me entiendes.... pero por tu forma de redactarlo le pones una mascara que deja que esa historia se vuelva la tuya y la del que lee...

Anónimo dijo...

yo si la entiendo, no hay mejor paraiso que el infierno amor, te adoro, pasemos juntos el infierno