domingo, 21 de marzo de 2010

PUNTOSSUSPENSIIIIVOS

Siempre lo he dicho: “No soy más que huesos, carne, sangre… vísceras… el complemento de mi nombre, lo que amo, todo lo que odio, soy la creación de lo que me interesa, lo que me molesta, mi sonrisa, mi ira, la dualidad o mejor dicho la forma tríadica de lo que siendo no soy. Soy esa energía nacida del caos orden y destrucción de todo. Soy el cuerpo que al intentar unirse con el ser, creó criaturas.”

He dicho varias veces también que posiblemente soy el sueño o la pesadilla de algún bajo dios, el mismo que al despertar suavemente me quitará el enervante peso de la humanidad, que rápidamente es corroída por su propio peso y digo con extraña certeza: “no soy humana”.

No niego mis karmas, el intento desesperado de buscarle la explicación lógica o no a los sucesos cotidianos, buscar el pensamiento brusco de mi realidad, o de los espasmos de cierta lucidez que me abruman.

Al fin y al cabo el cuerpo que llevo es con quien nací, crecí, estoy ahora y muero a diario, siempre alejada, incluso de mí misma, para no infectarme de molesta humanidad, huyo a diario de la facilidad de negación del ser humano ante lo mágico, ante el control de sí mismo, se me hace absurdo pensar en que niegan la posibilidad de existencia de criaturas fantásticas y admiten la existencia de un Dios, lo que me verifica la importancia del texto.

Sin embargo no estoy aquí para hablar de cosas que a nadie le importan sería más fácil recitar de memoria manuales de comportamiento y ética, en la que por supuesto no creo, lo bueno, lo malo, son necesarios para el reordenamiento del mundo, miro al cielo y bendigo al caos, miro al suelo y escupo al caos.

Me intrigan los comportamientos sociales, creo fielmente en que dentro de las multitudes vacías y llenas de ansia de consumo y éxito existen corazones más cálidos, manos suaves, seres menos contaminados y leves con los que se puede charlar, mirar a los ojos , y de vez en cuando, cuando la necesidad es extrema y los méritos grandes, amar.

No necesito verificarme en el resto, siempre fui la extraña, si me preguntan que soy responderé con duda que aún no lo sé, si me preguntan que quiero, diré con rabia que quiero saber qué soy, si me preguntan a donde voy, confesaré que no conozco norte, ni fronteras, el hombre más sabio es el que sabe que su hogar es tan grande como pueda imaginar.

Me verifico en la utopía propia de saber que aún quedan cosas bellas, sutiles y sublimes en el mundo. El reto propio por supuesto, solo está en saber dónde buscar sin caer el lugares comunes o en la vulgaridad.

2 comentarios:

Simón Domínguez dijo...

!.....prensados de este cuerpo extraño para uno....asqueroso y detestable, tan comun......
si buscas las pocas cosas hermosas y sutiles jamas las encontraras en humanos......la gente no sirve para nada....y me incluyo por mi estado corporal....pero cuando logre salir de el podre estar tranquilo....
yo no he encontrado en otro humano algo que valga la pena.......si aceptas mi consejo solo no busques ahi...que ahi no hay nada.....

aiya dama....
te quiero mucho mi aprendiza

Xavier dijo...

Se me vino un adjetivo a la mente: Sublime!