Cielos oscuros, hálitos putrefactos
Esencias perdidas en sus ebrios actos
Ojos mutilados que irradian picardía
Salta de noche, juega de día
Duerme en azufre, se baña en el fuego
Sexo entre fábulas, gemidos, luego
Rojos los ojos que expresan enojos
Sabios lo labios que mienten a diario
La diabla la llaman de oveja le visten
Su cuerpo en agujas, sus palabras existen
Las voces se escuchan, es la Jen, Que Chuchas!!!
Y su órgano toca entre sábanas húmedas
Per sigue a toda hora aunque sea en la aurora
Fundiendo el pavór, y haciendo el amor
Y nuevamente el podrido y concentrado hálito
Que se presenta en su segundo nombre ella es: Tránsito
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