Seguía en mi cabeza durante unos cuantos meses después de la depravación en el templo negro, mi cuerpo humano se recupera de a poco, no físicamente claro, sigo igual, pero cada vez me cuesta mas reprimir la condición que me ata a ella, y yo la ato a mi, esa superioridad de lo que uno es cuando es y punto, a veces no eliges lo que puedes ser, en mi caso, solo espero un homenaje póstumo después de todo este laberinto de palabras y cuentos estrechos en donde no cabe una letra mas, donde yo no quepo, nadie tiene lo que quiere por completo, a muchas personas les encantaría ser vampiros, ¡PERO USTEDES NO DEBEN LIDIAR CON EL ODIO Y EL AMOR PASMADO DE CAIIIIIIIIIIIIN! Entiendan amados lectores mi indignación, mi miedo, mi absurdo miedo a ser yo, a dar un beso y lastimar los labios de mi amor, a amar tanto que tenga que convertir en inmortal a mi amado, sin que él lo sepa, cautela ante todo Lilith, me digo, cautela, como un gato que acecha en la noche mas oscura. Nadie tiene lo que quiere por completo.
Yo por ejemplo quisiera poder cortar la luna con un cuchillo para que ésta mi senda no sea tan porosa y amarga.
Cuando lo tuve frente a mi en el templo negro, mi padre me hizo sacar lo mas pútrido de mi, mi perversidad y mi perversión, degollamos lobos y culebras, bebí sangre de niños, me bañé en las lágrimas de la madre que todo lo presenciaba, Caín mordía mi cuello y me hablaba al oído, cuando me di cuenta empecé a querer remediarlo todo, aun podía aun lo lograba, y dos de mis hermanos me ataron grandes grilletes a los pies, otros dos a las alas, ballestas cercana al cuello, amenazaban con poner mi corazón en el congelador, y hubiera perdido mi poca humanidad, mis colmillos sangraba como nunca antes, no me veía en un espejo pero si en los ojos de Caín, me reflejé por vez primera, es que mi alma y la suya eran patéticamente iguales en aquel momento, les dije amados lectores que mi historia no era fácil de contar, yo no soy la Lilith sabia de Nod, él me recalcaba eso en cada acto infernal, la temperatura era entre húmeda y calurosa, era el infierno pues, la brisa era cianuro, y no podía pensar, él me manejaba como el titiritero al títere.
Antes del amanecer me felicitó por “mi buen comportamiento” esa noche, me dio tres libros que no vi siquiera, y sin voltear a ver alcé el vuelo y fui a mi departamento, recordaba lentamente los aconteceres, me golpee contra las paredes, bebí gasolina me metí desnuda a la tina a llorar, mientras escribo esto para no olvidar jamás por el resto de siglos mi encuentro con mi padre.
Al amanecer hice lo de siempre, protector solar, gafas, terno antirayos uv, modelo ejecutiva del año, maletín con armas entre otros, gafas negras, gasolina mas gasolina para embriagarme, las tijeras clavadas en una de las venas para permanecer tranquila, hecha un torniquete para no desangrarme y que luego no me de ganas de un humano, la tortura diurna , gafas, entré al auto, manejé como nunca antes, abrí las ventanas, metal a todo volumen, 100 Km./h los libros de mi padre en lo posterior del auto, llegar a la oficina, bajar del coche, dar las llaves a Juan para que lo estacione, ascensor, maletín, celular, agenda, los tres libros, maquillaje, sonrisa, saludar con todos, sentarse en la oficina, pedir el trabajo para el día, sacarme la tijera de la vena, tomar un café para calmarme, clases del rama yana.
Vista a la derecha, tres hermosos libros en mi escritorio de cristal, tallados en piel de cordero negro, con cerraduras fuertes grabadas el tetragrámaton de plata quemada con piedra negra en el centro el primer libro, roja el segundo y verde el tercer libro, llevaban títulos demasiado seductores, increíblemente interesantes; pasado, presente y mi posible futuro ¿quién no quiere conocerse y saber lo que podría pasar? Mi padre conocía mi ferviente deseo de recordar solo un poco de mi pasado humano, antes de ser la mujer de hielo, la niña vampiro cruel, la persona con lengua de fuego, el cuerpo que guarda un alma de otro tiempo, de otro ser.
Escuchaba lo que decía mas fuerte que nunca, tiene mi sangre corriendo por su cuerpo como caballos salvajes queriendo salir, -Cuando miras al cielo no ves tu futuro amada bastarda, miras tu pasado, a tu presente y lo que tienes por no dejar que te moldee, esas luces nocturnas que observas fueron emitidas hace tantas vidas humanas ya, y tu pues no las recuerdas por que no recuerdas al big bang Lilith, no recuerdas a esos polvos de estrella que formaron todo esto, incluso a mí, el señor de la oscuridad, el dios de la sangre, esos polvos de estrella formaron a dios y al demonio, esa explosión creó a las dualidades que te empeñas negar, sabes que te necesito, bebe de mi sangre y come de mis cenizas.-
ODIO A CAIIIIIIIIIIN, LO ODIO NO SE SI LEERE LOS LIBROS QUE ESPERA QUE LEA, ANDREAAAAAAA TRÁEME UN CAFÉ BIEN CARGADO.
Todo el relato se muere en un cigarro encendido.
Yo por ejemplo quisiera poder cortar la luna con un cuchillo para que ésta mi senda no sea tan porosa y amarga.
Cuando lo tuve frente a mi en el templo negro, mi padre me hizo sacar lo mas pútrido de mi, mi perversidad y mi perversión, degollamos lobos y culebras, bebí sangre de niños, me bañé en las lágrimas de la madre que todo lo presenciaba, Caín mordía mi cuello y me hablaba al oído, cuando me di cuenta empecé a querer remediarlo todo, aun podía aun lo lograba, y dos de mis hermanos me ataron grandes grilletes a los pies, otros dos a las alas, ballestas cercana al cuello, amenazaban con poner mi corazón en el congelador, y hubiera perdido mi poca humanidad, mis colmillos sangraba como nunca antes, no me veía en un espejo pero si en los ojos de Caín, me reflejé por vez primera, es que mi alma y la suya eran patéticamente iguales en aquel momento, les dije amados lectores que mi historia no era fácil de contar, yo no soy la Lilith sabia de Nod, él me recalcaba eso en cada acto infernal, la temperatura era entre húmeda y calurosa, era el infierno pues, la brisa era cianuro, y no podía pensar, él me manejaba como el titiritero al títere.
Antes del amanecer me felicitó por “mi buen comportamiento” esa noche, me dio tres libros que no vi siquiera, y sin voltear a ver alcé el vuelo y fui a mi departamento, recordaba lentamente los aconteceres, me golpee contra las paredes, bebí gasolina me metí desnuda a la tina a llorar, mientras escribo esto para no olvidar jamás por el resto de siglos mi encuentro con mi padre.
Al amanecer hice lo de siempre, protector solar, gafas, terno antirayos uv, modelo ejecutiva del año, maletín con armas entre otros, gafas negras, gasolina mas gasolina para embriagarme, las tijeras clavadas en una de las venas para permanecer tranquila, hecha un torniquete para no desangrarme y que luego no me de ganas de un humano, la tortura diurna , gafas, entré al auto, manejé como nunca antes, abrí las ventanas, metal a todo volumen, 100 Km./h los libros de mi padre en lo posterior del auto, llegar a la oficina, bajar del coche, dar las llaves a Juan para que lo estacione, ascensor, maletín, celular, agenda, los tres libros, maquillaje, sonrisa, saludar con todos, sentarse en la oficina, pedir el trabajo para el día, sacarme la tijera de la vena, tomar un café para calmarme, clases del rama yana.
Vista a la derecha, tres hermosos libros en mi escritorio de cristal, tallados en piel de cordero negro, con cerraduras fuertes grabadas el tetragrámaton de plata quemada con piedra negra en el centro el primer libro, roja el segundo y verde el tercer libro, llevaban títulos demasiado seductores, increíblemente interesantes; pasado, presente y mi posible futuro ¿quién no quiere conocerse y saber lo que podría pasar? Mi padre conocía mi ferviente deseo de recordar solo un poco de mi pasado humano, antes de ser la mujer de hielo, la niña vampiro cruel, la persona con lengua de fuego, el cuerpo que guarda un alma de otro tiempo, de otro ser.
Escuchaba lo que decía mas fuerte que nunca, tiene mi sangre corriendo por su cuerpo como caballos salvajes queriendo salir, -Cuando miras al cielo no ves tu futuro amada bastarda, miras tu pasado, a tu presente y lo que tienes por no dejar que te moldee, esas luces nocturnas que observas fueron emitidas hace tantas vidas humanas ya, y tu pues no las recuerdas por que no recuerdas al big bang Lilith, no recuerdas a esos polvos de estrella que formaron todo esto, incluso a mí, el señor de la oscuridad, el dios de la sangre, esos polvos de estrella formaron a dios y al demonio, esa explosión creó a las dualidades que te empeñas negar, sabes que te necesito, bebe de mi sangre y come de mis cenizas.-
ODIO A CAIIIIIIIIIIN, LO ODIO NO SE SI LEERE LOS LIBROS QUE ESPERA QUE LEA, ANDREAAAAAAA TRÁEME UN CAFÉ BIEN CARGADO.
Todo el relato se muere en un cigarro encendido.
4 comentarios:
PERVERSO!!! me encantan tus cuentos..
a la larga te toca seguir existiendo... sabes me recordo el ser y la nada de sartre mi amor...
Y los sueños kontinuan... entre Lilith- Kain- el Templo Negro- Vamphadas- Vampiros- Hadas y demas... en ke terminara las aventuras de nuestras vidas?? en sueños...
si compadrito, solo somos sueñitos de un bajo dios perverso como diria la priska, yo solo soy una parte que esta tomando vida por que me sueña a menudo, y le da vuelta a la almohada a cada rato el muy cabron, ahora me pregunto en forma ilusa: y que pasa cuando yo sueño? tambien soy una diosa perversa creando realidades de seres imaginarios, a veces reales, a veces hijueputas que estan en los rincones de la mente!!! puede ser??
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